Daniel Scioli evalúa habilitar “listas de adhesión ”, que incluirá extrapartidarios, para su candidatura en la Provincia, a través de una reglamentación de la Ley Electoral que provocaría una controversia política y eventuales impugnaciones judiciales.
El ovillo jurídico es este: en Buenos Aires están prohibidas las colectoras electorales que permitiría en un mismo distrito la presentación de dos o más candidatos a intendente “enganchados” a la boleta de un único nominado a la Gobernación. ¿Cómo evitar el marco jurídico?. En la Gobernación intentarán aplicar la “ley de adhesión” con el modelo que acercan los partidos vecinalistas.
Estas fuerzas partidarias sólo presentan lista para las categorías de intendentes y concejales. Como la grilla de gobernador está libre, incorporarán a Scioli en sus boletas.
Es un tema casi acordado. El vecinalismo distrital aporta 15% del electorado provincial.
Entre sus representantes están Gustavo Pulti (Mar del Plata), Blas Altieri (Pinamar), Ricardo Ivoskus (San Martín) y Ricardo Moccero (Coronel Suárez. También Enrique “japonés” García (Vicente López), un radical K, entre otros.
La estrategia tiene un obstáculo: todos los candidatos, de cualquier naturaleza y en cualquier categoría electoral deben competir en las internas abiertas del 14 de agosto. Si el PJ bonaerense y los vecinalistas arman un frente (de la Victoria u otro) Pulti, Altieri y los demás deberán someterse al trámite de las primarias dentro de ese frente, aún con candidatos peronistas. La salida es el arreglo previo por los cargos en cada distrito y presentación de lista única con los intendentes a la cabeza.
La cuestión es de dificil resolución en esos casos, y mucho más complejo de aplicar, con otro esquema, en las comunas gobernadas por el peronismo.
Scioli no dará ese paso antes que el Gobierno. La legislación federal es laxa. Por eso, el kirchnerismo habilitaría candidaturas como la de Martín Sabatella a gobernador, con representantes propios a intendente y concejales, pero en la misma boleta que Cristina Fernández presidente. Es una coartada que pasaría el filtro legal.
En cambio, en la Provincia el artículo N° 12 funciona como un cepo: establece que cada alianza o partido sólo puede llevar un candidato por categoría . Y aunque los ejemplos planteados tendrían algún mérito, de acuerdo con el planteo oficial, se plantearían litigios por violentar la ley vigente.
Parte de este capítulo comenzará a desandar con la convocatoria a internas que Scioli deberá realizar antes del 15 de abril. La norma establece que el llamado al comicio será “en un plazo menor a los 120 días anteriores a la fecha de la interna”, del domingo 14 de agosto.
El 15 de junio deben formalizarse las alianzas. Una semana después la presentación de listas. Poco tiempo. Menos aún para resolver las reglas finales que sostendrán el voto de 10 millones de bonaerenses habilitados para el acto electoral.
Estas fuerzas partidarias sólo presentan lista para las categorías de intendentes y concejales. Como la grilla de gobernador está libre, incorporarán a Scioli en sus boletas.
Es un tema casi acordado. El vecinalismo distrital aporta 15% del electorado provincial.
Entre sus representantes están Gustavo Pulti (Mar del Plata), Blas Altieri (Pinamar), Ricardo Ivoskus (San Martín) y Ricardo Moccero (Coronel Suárez. También Enrique “japonés” García (Vicente López), un radical K, entre otros.
La estrategia tiene un obstáculo: todos los candidatos, de cualquier naturaleza y en cualquier categoría electoral deben competir en las internas abiertas del 14 de agosto. Si el PJ bonaerense y los vecinalistas arman un frente (de la Victoria u otro) Pulti, Altieri y los demás deberán someterse al trámite de las primarias dentro de ese frente, aún con candidatos peronistas. La salida es el arreglo previo por los cargos en cada distrito y presentación de lista única con los intendentes a la cabeza.
La cuestión es de dificil resolución en esos casos, y mucho más complejo de aplicar, con otro esquema, en las comunas gobernadas por el peronismo.
Scioli no dará ese paso antes que el Gobierno. La legislación federal es laxa. Por eso, el kirchnerismo habilitaría candidaturas como la de Martín Sabatella a gobernador, con representantes propios a intendente y concejales, pero en la misma boleta que Cristina Fernández presidente. Es una coartada que pasaría el filtro legal.
En cambio, en la Provincia el artículo N° 12 funciona como un cepo: establece que cada alianza o partido sólo puede llevar un candidato por categoría . Y aunque los ejemplos planteados tendrían algún mérito, de acuerdo con el planteo oficial, se plantearían litigios por violentar la ley vigente.
Parte de este capítulo comenzará a desandar con la convocatoria a internas que Scioli deberá realizar antes del 15 de abril. La norma establece que el llamado al comicio será “en un plazo menor a los 120 días anteriores a la fecha de la interna”, del domingo 14 de agosto.
El 15 de junio deben formalizarse las alianzas. Una semana después la presentación de listas. Poco tiempo. Menos aún para resolver las reglas finales que sostendrán el voto de 10 millones de bonaerenses habilitados para el acto electoral.
Cómo se aplicaría
1 La Ley Electoral bonaerense establece que cada alianza o partido debe presentar un sólo candidato por categoría (gobernador, senadores y diputados por la Provincia, etc.)
2 Prohibe las listas “colectoras”, aquellas donde pueden presentar, a un mismo cargo (intendente, por caso), varios candidatos de los diversos partidos y que después tributarán todos los votos a un sólo candidato, a gobernador o presidente .
3 Las listas de adhesión representan una alternativa para evitar la prohibición. Consiste en la presentación de un partido político con estructura comunal, pero que adhiere a candidatos de otra fuerza en la categoría gobernador o presidente.
2 Prohibe las listas “colectoras”, aquellas donde pueden presentar, a un mismo cargo (intendente, por caso), varios candidatos de los diversos partidos y que después tributarán todos los votos a un sólo candidato, a gobernador o presidente .
3 Las listas de adhesión representan una alternativa para evitar la prohibición. Consiste en la presentación de un partido político con estructura comunal, pero que adhiere a candidatos de otra fuerza en la categoría gobernador o presidente.
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